Descansaba un segundo. Mi familia bailaba y yo tomaba un vaso de mi mezcla mágica de vino, bebida y vodka, entonces fue que una tía preguntó.
- ¿De donde viene ese humo?
Mi papá fue a ver a la casa de al lado pero no había nadie, así que yo le puse una bombilla con sombrilla tropical a mi vaso, y salí a buscar.
La calle estaba llena de humo, y junto con las luces de la calle creaban en el lugar un atmósfera extraña, como si en cualquier momento comenzara a sonar la música, y apareciera Carlos Pinto.
- ¿Que pasó? -le pregunté a una señora en la calle, mucha gente había salido para ver que ocurría.
- No sé, parece que hay un incendio pero no se sabe donde.
Comencé a caminar. Caminé mucho, pero a medida que avanzaba, el humo lo hacia conmigo, hasta que yo no pude seguir por el fin de un camino, y el humo se fue. Volví a mi casa, y seguí con el vino.
- ¿Y, que pasó? -dijo mi madre.
- Algo se quemó, pero nadie sabe que.
¿Y saben?, ahora lo entiendo un poco, y es que el mundo se esta quemando.
Se esta prendiendo fuego a si mismo
pensando que así podrá empezar de nuevo
como si del fenix se tratase.
Es que quizás ha oído los cuentos del fin del mundo
y escuchar todos los días que tu muerte está cerca, te pone a buscar opciones.
Tiene miedo, y el dolor de a poco lo va rompiendo
y se abre a paso lento
entre temblor y temblor
hasta abrir una gran herida, y dejar salir su fuego interior.
Se quema
por todos lados, el mundo se quema.
Piensa que es un nuevo año
que con este nuevo comienzo
y con el fuego que todo lo acaba
tendrá una nueva oportunidad.
Pero no.
Discúlpame tierra, pero el pensar que el paso de un día a otro va a cambiar todo, que el pasado se va a quemar, es simplemente ridículo.
Y son tantos, tanta gente, al igual que el mundo, que recibe con los brazos abiertos un nuevo año, con sus cabalas, pensado que solo con abrir los brazos, va a cambiar algo.
Pero el abrir los brazos no basta, hay que usar las manos, y moldear el mundo.
Sin quemar nada, sin miedo al ayer,
poniendo la frente en alto y preparar la tierra
para volver a sembrarla
y con un poco de suerte, volver a ver los arboles crecer.
-
Algo se quemó en año nuevo.
lunes, 2 de enero de 2012
Publicado por DAguito De Lefént en 18:09 | Etiquetas: De Lefént. | 0 comentarios | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |