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  1. II.

    lunes, 26 de agosto de 2013

    Me carga te te cargue Santiago
    que lo llames Santiasco con aires de superioridad.

    Me carga cuando nos sentamos a fumar en el mirador
    y yo te pregunto por qué

    "Está lleno de smog, se ve feo desde acá"

    Y disculpa si mi molestia te parece confusa
    pero mas que molestia es un pesar,
    un constante dolor del que te volviste dueña y culpable.

    Porque cuando desprecias esta ciudad,
    desprecias de la misma forma a eso que llamo "nosotros".

    Y es que estoy lleno de mierda, cariño, al igual que tu
    pero hoy, desde este mirador, desde aquí,
    te ves preciosa.

  2. Epifanía tardía.

    martes, 20 de agosto de 2013

    27 años después de haber comprado el viejo acordeón (producto de haber perdido su puesto en la zapatería), Juan Carlos se bajó de una micro en alguna calle que daba con Gabriela. Lanzó el acordeón al basurero mas cercano y caminó en dirección a la costa, donde el sol se escondía al mismo tiempo que la gente, como si la noche fuera un bien que a la humanidad le había sido arrebatado hace años. Se sintió traicionado, pero no lloró; estaba demasiado vacío para hacerlo. A sus 53 años, Juan Carlos había descubierto la verdad: ya nadie bailaba con el tuca, ni con el nazo, ni con el tuca tuca tuca tuca nazo.

  3. Estudios sobre el alma.

    lunes, 19 de agosto de 2013

    Los siguientes textos, frases, y fragmentos de textos, fueron encontrados en la parte posterior de un viejo cuaderno. Corresponde al titulo de "Estudios sobre el alma". Está redactado de manera bastante difusa, por lo que me remito a transcribir lo que sea transcribible. Algunos textos quedarán fuera de la transcripción a pedido del autor.

    "Estudios sobre el alma es propiedad intelectual de De Lefént. Fue realizado bajo la influencia de constantes clases de matemáticas y ligeras ráfagas de depresión, por lo cual el contenido del mismo no debe ser tomado en cuenta por nadie. Si este estudio es encontrado por alguien que no sea el señor De Lefént, deberá ser fumado quemado en las próximas 48 horas para evitar cualquier tipo de catast.."

    "No vuelvo a tomar un domingo en la noche, tampoco deberían hacer matemáticas los lunes por la mañana, no vuelvo a tomar un domingo en la noche".

    "Sobre el alma, podríamos partir por localizarla. Para eso he creado un mundo donde un joven llamado Alder sueña con estudiar medicina para en algún momento poder descubrir un alma: jamás lo logrará, es pobre, por lo que se limita a leer los libros sobre biología que encuentra en la biblioteca municipal. Luego de aprender sobre el tronco encefálico, el bulbo raquídeo, el lóbulo occipital, y toda otra clase de cosas que por lo demás no entiendo, llega a la conclusión de que el alma no está en ninguno de esos lugares, por lo que recurre a la religión, en la que constantemente se habla sobre ella. Lee los evangelios de Mateo, Lucas, Juan, y la mitad del Antiguo Testamento, pero sus estudios médicos siguen latentes en el, por lo que se da cuenta de que si bien en la biología no se encuentra el alma, en la religión tampoco hay cerebro. Intentando volver al cerebro se decide a estudiar matemáticas. Se divierte unas 3 semanas con álgebra lineal, pero la religión y la biología le hacen pensar en el corazón, cuestión completamente incompatible con la matemática, por lo que prontamente la deja. Piensa en acudir a la literatura, pero sabe que no le entregará ninguna respuesta. Su vida se torna una agonía. Un martes toma un escalpelo y se abre un corte profundo en el pecho y otro en la frente. Sujeta su corazón con la mano derecha y su cerebro con la mano izquierda. Llora: en ninguno de los dos encuentra ninguna respuesta. No hay alma, no es encontrada, el experimento no ha dado resultados, la investigación es archivada; se apagan las cámaras".

    "Un compañero pertenece a una religión extraña. No toma, no fuma, no culea, y no sale los viernes en la noche. Cuando le preguntas porque ni toma, ni fuma, ni sale (no le he preguntado porque no culea, tampoco creo que alguien quiera culear con el), dice que es para salvar su alma, y cuando lo hace le brillan los ojos detrás de esos lentes feos y gigantes. Si hay un alma que salvar, no creo que valga la pena"

    "Ayer el profesor de historia habló sobre que el chileno hacía todo a última hora. Le dije que encontraba un poco egocéntrico eso de atribuirle siempre al chileno características que son mas bien humanas. Me trató de rebelde, me dijo que siempre criticaba todo, que arruinaba la clase y me echó de la sala. En inspectoría me quitaron mi cuaderno de historia y encontraron mis dibujos. Citaron a mi apoderado, y probablemente me suspendan unos días. Me siento super ahueonáo. No por la citación, si no que por el hecho de haber empezado una investigación sobre el alma en este lugar: si pienso encontrar el alma, no la voy a encontrar en un colegio, menos en uno particular".

    "Tengo depresión. Suena trágico y se siente trágico, pero no es tan trágico. Me dan pastillas, y las pastillas me dan sueño, pero ya no sueño. Suena cursi y se siente cursi, pero no es cursi. Literalmente: ya no sueño, debe ser un efecto de las pastillas. Según el psicólogo tengo la mente enferma, según mi ex el corazón, según yo el alma. Si las pastillas hacen efecto podría significar que el alma está en la guata; sería lógico. En ese caso me voy a meter un supositorio antidepresivo, porque me siento como la mierda, y si bien no creo que así sea siempre -ni en todos-, hoy debo tener el alma por el culo"

    "Si es que tengo un alma -y no la vomité anoche-, estoy seguro, que debe estar sanando"

    "El alma está en los pies
    Tiene que estarlo.

    Sino, ¿como explicar esos momentos,
    momentos en que con toda probabilidad deberíamos estar destruidos
    pero seguimos en pie?

    Moviendonos,
    levantandonos.

    Algo debe haber allí abajo
    para sostenernos ante tanto,
    tantos dolores.

    Algo mas grande -y bonito-,
    que nosotros.

    Y es que son los que nos llevan hacia nada
    y con los que huimos de todo
    y de todos.

    No sé.

    Forman parte de demasiado.

    Ahí está el alma,
    estoy seguro"

    "Una sonrisa"

    Estudio finalizado.

    De Lefént.

  4. Es super triste ser De Lefént.

    viernes, 16 de agosto de 2013

    - Yo creo que pediría un año sabático, con eso me conformaría ... no es la gran hueá, pero sería feliz -dijo el rubio, mientras se detenía en seco a mirar el porro, que se consumía rápidamente, mientras el parecía sonreirle a algo que para los demás era invisible.

    Le dio 3 profundas caladas, luego extendió el brazo hacia la derecha y abrió el puño con los dedos amarillentos, que dejó caer el porro en las manos del más pequeño.

    - Yo -dijo el pequeño, antes de dar una pequeña calada-, creo que pediría un dragón, imagínate irte fumando un caño en tu dragón, y si se apaga, te lo prende el. Nunca mas tomaría la micro culiá.

    Llevó el porro a su boca 2 veces más, y luego se lo pasó a mi amigo, que era el único que yo conocía dentro de la pequeña habitación, y el que había planteado la pregunta sobre que pediríamos si tuviéramos un único deseo.

    - Creo que no pediría nada, no sé, es que me gusta mi vida -soltó una carcajada, aspiró profundamente, y dejó el ahora pequeño porro entre sus labios, como si así se le facilitara el proceso-, osea, obviamente si pudiera tener algunas cosas mas no estaría mal, pero no me gustaría cambiar mi vida dramáticamente ni por la de alguien más, ¿A ti no te pasa eso?

    Solo después de un largo silencio me di cuenta de que me hablaba a mi, y solo después de mi largo silencio los demás se percataron de que la respuesta era no, de que no disfrutaba mi vida, que si pudiera la cambiaría, de que mi brazos se caían, de que mis ojos lo gritaban, de que estaba demasiado enfermo como para responder.

    Entonces el porro llegó hasta mi, y fumé hasta que este desapareció.

    Unos días después, una amiga me habló sobre un tipo.

    Tenía mi misma edad, íbamos a la misma universidad, y teníamos el mismo nombre. Solo diferían nuestras carreras.

    - Es como si te estuvieran suplantando -dijo mi amiga.

    - O reemplazando -contesté.

    Entonces le pedí el mail del sujeto, y le escribí:

    "Es super triste ser De Lefént"

    Y el respondió.

  5. Esposas (Hay veces).

    lunes, 12 de agosto de 2013

    Resulta que una vez terminé esposado sobre un retén móvil.

    No es importante el porque, sin embargo. 

    Unos días antes yo veía una película antigua donde mis abuelos, y en eso salió un tipo esposado adentro de un bar. Pensé en que se sentiría estarlo, en si habría alguna forma de escapar. Días después comprobaría que no.

    Mientras estaba sentado adentro del retén no pensaba mucho, ni muy claro. Pensaba en que se había arruinado un día perfecto, y en que tenía que salir rápido de esto, y solo, tenía que hacerlo solo. También pensaba en que estar esposado dentro de un bar debía ser más divertido, no como la jaula en la que estaba. Dejé mis esposadas manos sobre mis piernas, tomándose fuerte la una a la otra, como con nervios, como con cariño, como con miedo, como con espera.

    No fue nada grave, el tema se solucionó rápido, e incluso fui desesposado una vez llegado a la comisaría.

    Me senté unas horas esperando que me dijeran que harían conmigo, mientras recordaba al tipo esposado en el bar. El tenía mala suerte, había formado parte de una pelea por accidente, en una situación que resultaba casi cómica. Yo, yo lo había pedido a gritos, me lo había buscado; había invocado a esa nube negra que por tantos años había caminado sobre mi, esa que me puso una correa, y que me lleva por donde ella quiera, esa que hace años me había convertido en su mascota, en su perra, en su puta.

    Debió ser entonces cuando miré mis manos: estaban sobre mis piernas, aferrándose como en la más fría ventisca.

    Pero las esposas se habían marchado hace horas.

    Y claro, esta historia pudo haber tenido miles de conclusiones, pero yo prefiero dejarla hasta aquí. 

    Hay veces que pienso que toda la vida llevamos las manos de la misma manera.

    Que la vida es una pelea en un bar, una de la que nunca quisimos formar parte, y de la que probablemente salgamos mal.

    Veces que nos damos cuenta que vivimos esposados, sin ver nuestras cadenas.

    Y hay veces, sin embargo, que sigo intentando escapar.

    Y creo, que de a poco, se van aflojando.