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  1. Mas carbón y menos diamante.

    miércoles, 4 de julio de 2012

    Encuentro una caja en el closet de mi madre y la abro.
    Fotos de vacaciones que no recuerdo, papeles con números que no me molesto en descifrar
    e informes.

    Informes de personalidad y notas que año tras año mi madre guardó
    esperando que alguna noche hacia el futuro fueran una anécdota graciosa
    o algo que contar en la mesa.

    Así descubro que los resultados fueron casi siempre los mismos
    notas promedio, actitudes marcadas con letras según cuanto las practicara
    y unas frases al final.

    "De Lefént es un niño con un gran potencial, pero le falta desarrollarlo"
    "Un joven con muchas ganas y creatividad, pero no las aprovecha"
    "Muy inteligente, pero falta esfuerzo"
    "Un diamante en bruto"

    Leo cada hoja, y tras 12 años de educación escolar, así me define el mundo:
    un diamante en bruto.

    Y la verdad fueron varios, los que llamaban a mis padres para decirles lo mismo.

    Monica, Pato, Hector, un gordo que no recuerdo, Andres, Iris,
    Profesores que intentaron sin frutos, convertirme en diamante.

    Pero yo no quiero ser un diamante.

    Nadie tiene que ser un diamante
    ¡No seamos diamantes!

    Que no nos presuman ni nos hagan objetos
    Que no nos digan que valemos mas que otro
    Que nadie nos amarre a una cadena y nos lleve colgando al cuello

    Seamos carbón, y queramosnos así
    Es que el carbón solo no vale nada, pero juntos movemos hasta trenes.
    Y porque no, mover algo mas.

    Y claro, tal vez terminemos quemados
    Sucios, calcinados, hechos polvo
    Pero juntos.

    ¡Que le demos calor a los otros!
    ¡Que no nos pongan en vitrinas!
    ¡Que tengamos valor y no precio!

    Y que nunca, jamas, nos amen por nuestro brillo.

  2. 2 comentarios:

    1. Anónimo dijo...

      Bruto Diamante: es imperdonable querer ser carbón, con el sueño de poder mover las cosas. Aunque puedas hacerlo, nunca podrás darle la dirección adecuada, lo dejarás a manos de brillos mediocres, y serás complice de ese letargo impuesto.
      Hoy reina la mediocridad conciente, se ha cedido espacio a cristales con brillo engañoso, como los cantos de sirena que tentaban a los navegantes y que Ulises pude vencer al estar atado al poste.
      En tus manos está la decisión, espero que no triunfe el egoísmo de compatir ese brillo que pugna por salir.

    2. Anónimo dijo...

      Aunque no quieras... sabes, que eres un diamante,sólo que es más fácil esconderlo...
      Un abrazo