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  1. Criadero.

    martes, 14 de junio de 2011

    La pequeña movía los dedos a una velocidad increíble a través de las teclas de su BlackBerry.

    - ¿y tu que hiciste? -me pregunto con su voz chillona y un tono altanero-

    - ¿Yo?, nada ... bueno si algo, pero nada muy grave.

    Seguía moviendo sus dedos a una velocidad tan rápida como la de mis dedos en el computador.

    - La verdad no respondiste a mi pregunta -hablaba con la vista fija en la pequeña pantalla-

    ...

    - Discutí con una profesora y la llame monstruo.

    - ¿Monstruo?

    - Si, monstruo.

    - ¿Y porque monstruo?

    - La verdad, no lo se muy bien, solo me nació.

    - ¿Que ocurrió? -sentía que la velocidad a la que hablaba y la precisión en sus palabras tenia que ver con que su atención estaba centrada mas en su pequeño aparato que en mi-

    - Es que un compañero se puso a discutir con ella porque a ultima hora cambio las condiciones sobre un trabajo, el cual se supone seria de a 4 en una especie de exposición y finalizó en un tipo de interrogación de a 2.

    - Ya...

    - Y bueno, en lo personal no me molestó mucho pero a mi compañero si. Comenzó a tratar de recordarle a la profesora que antes nos había explicado que el trabajo seria de otra manera, pero esta empezó a gritarle y ... y sus gritos ... no tenían forma.

    - ¿Como es eso de no tener forma?

    - No tenían contenido, no tenían sentido, era solo ruido ... como ladridos o rugidos ... como el grito de un monstruo.

    - Entonces la llamaste monstruo y terminaste acá.

    - Si, en resumen eso.

    - A ...

    - ¿Y tu, porque terminaste aquí?

    - La vieja culia me echó de la sala por estar twitteando en clases.

    Era difícil saber que me había sorprendido mas: su vocabulario, su actitud, o el hecho de que ni siquiera sé como se escribe twittear.

    - ¿tienes twitter? -dejé notar mi impresión-

    - No, twitteo por paint hueón.

    ...

    - ¿y ahora que haces en tu BlackBerry?

    - Le mandó un mensaje a mi mamá para avisarle que probablemente la van a citar y para que venga a retirar mi BlackBerry el viernes.

    - ¿Cuantos años tienes? -se noto el tono molesto en mi voz-

    - 11.

    - ¿Y porque no esperas a decirle a tu madre en la casa?

    - Trabaja hasta muy tarde. Generalmente me acuesto como a las 11:30 pero mi mamá siempre llega como a las 1 del trabajo y es mejor comunicarnos por aquí.

    Y seguía, moviendo sus pequeños dedos por el puto teclado que parecía soportar mas que yo a este pequeño ser.

    - ¿Que mierda es tan importante en tu vida para tener que twittearlo cada dos segundos? le dije sin darme cuenta que gritaba-

    - ¿Disculpa?

    - No, enserio, 11 años, ¿que mierda es tan necesario que todos en Internet sepan?

    - No son todos, solo mis amigos.

    - ¿Cuantos amigos tienes?

    - Hasta ahora me siguen unos 367 y ...

    - ¡Callate mierda!

    Por primera vez la pequeña despego la vista de su pantalla y abrió unos enormes ojos que reflejó con los mios.

    - ¿Que te pasa?, ¿porque me gritai?, ¿que te hice? -comenzaba a sonar asustada-

    - ¡Callate!, pequeño monstruo, si, tu también lo eres, un monstruo, una criatura que perdió toda su humanidad, que ni siquiera se comunica, que solo tira ideas al aire, al espacio, a la nada. Que no socializa, que no te mira a los ojos, que no te escucha, que no te habla, que no se siente, ¡un monstruo!

    No me di cuenta que había una profesora parada a mi lado, que otros dos me miraban, que la pequeña lloraba con la cara escondida entre las manos y que mi cuerpo se encontraba completamente agitado, como si hubiera corrido por horas y por fin hubiera llegado a la meta, completamente exhausto.






    - Pase, señor ....

    - De Lefént.

    - Si, eso, señor De Lefént. Bueno, quería conversar con usted en el porque de sus actitudes, ya que por lo que entiendo, llego a esta oficina luego de haber insultado a una profesora, y no conforme con su actitud, en el pasillo que se encuentra afuera, insultó y grito a una pequeña niña de 10 años.

    - 11.

    - ¿Que?

    - 11 años, tenia 11 años.

    - ¿Es esto una broma?, alumnos que discuten con profesores es cosa de todos los días señor, pero, ¿insultar a una niña?, ¿y encima hacerse el chistoso?, creo que en su posición no esta como para hacer bromas.

    - La broma es que usted llame niña a ese engendro.

    - ¡Callese!

    - ¡No!, usted callese. Estoy harto de este lugar, de esta jaula de monstruos, donde los monstruos mayores como la idiota que me trajo aquí educan a los monstruos pequeños como al que le grite hace un rato. Aquí nadie sabe comunicarse, nadie entiende con palabras, y aunque supieran hacerlo, no hay nada que decir, como es el caso de esa niña monstruo.

    - ¿Porque llama monstruo a esa pequeña niña?

    - Eso no es un niño señor, ya se lo dije.

    - Creo que es hora de madurar señor De Lefént.

    - Para usted madurar es convertirse en monstruo

    - ¿Y para ti que es convertirse en monstruo?

    - Es insensibilizarse como la madre de la niña monstruo que le dejó a su cría a usted porque no tiene el tiempo para ella, es rugir como la profesora monstruo que se canso de hablar y comenzo a gritar hasta el punto que se dejo de entender a ella misma y se aburrió de intentar entender a los demás, es volverse nadie y dejar de tener contacto con las personas para reemplazarlos por objetos como en el caso de la niña monstruo. Todos se volvieron monstruos porque ... no sé, perdimos lo que nos hacia humanos supongo, dejamos de comunicarnos, dejamos de decir lo que sentíamos, dejamos de ver a nuestros hijos crecer, dejamos de mirarnos a los ojos ... dejamos de mirarnos a los ojos.

    Fue entonces que me di cuenta que mi voz sonaba demasiado triste y que al hablarle al rector no lo estaba mirando a el, sino a ese lugar al que todos miramos cuando soñamos despiertos.

    - Me tengo que ir señor, creo que me estoy convirtiendo en un monstruo.

    - Creo que esta vez tiene razón señor De Lefént.

    Debía llegar a casa a explicar que necesitaba buscar otro colegio, pero antes de eso, debía escribir la historia del día que logre escapar de un criadero de monstruos, así, nadie creería que es mentira ni que estoy inventando tan gran hazaña.

  2. 4 comentarios:

    1. Boricua , Negro del Caribe dijo...

      Wn , en verdad te pasaste, está increible tu wea de texto , si te poni a reflexionar un poco , es asi wn ... De verdad ... Es así. Perdemos lo humano y llegamos al punto de llegar a desconocernos a nosotros mismos.

      Teamo :)

    2. Anónimo dijo...

      Ésta publicación tiene algo de cierto.. el hecho de la profesora.. pero en realidad.. ella se sale de sí para qué..? siempre se sale de sí mismo y comienza a gruñir, rugir.. es un monstruo.. pero por qué ? por qué tiene que ser así porque no puede ser una persona normal, porque cuando me habla me abre los ojos y me levanta la voz si vengo tranquilo a preguntarle cosas y te sales de tí misma y me ruges, me gritas...
      Crees tú que alguna vez se logrará ser personas comunes y corrientes ? o a lo mejor seremos siempre monstruos, criandoles y enseñandoles como serlo.. palabras para describir existen... podrían ser como PUTA, PIANO, BMOL, SARNOSA o quizás "MONSTRUO".
      Viejá culiá le mostraré la grabación al rector.. CHUCHATUMARE..
      PD: Guatón de Pomaire y la Conchesumare

    3. adrian dijo...

      Cuantos seremos monstruos sin saberlo o al meno sin asumirlo.
      Gran despliegue literario. hay que compartirlo en clases y fuera de ellas.

    4. DAguito dijo...

      Gracias profe, escribir es algo que realmente me hace sentir bien. Y si, quizás cuantos nos hemos ido deshumanizando a lo largo de los años, pero siempre se puede luchar contra ello, y mientras seguiré en el intento.